martes, 26 de junio de 2007

EL MODERNISMO: influencia de las vanguardias artísticas en el diseño

En toda la historia de la humanidad, desde el origen mismo del hombre hasta la sociedad contemporánea, hay un elemento que de manera incesante existe aunado a cualquiera de sus actividades: la creatividad.
En el chocar de dos piedras para la producción del fuego, en una danza ritual, en la tecnología que se esconde tras un microchip, en un transplante de corazón, en la silla en la que ahora estás, en aquellas líneas de Pablo Neruda que dicen: "Puedo escribir los versos más tristes esta noche...", en una fotografía de Manuel Álvarez Bravo, en el vuelo de un misil nuclear, en la Teoría de la Relatividad General de Einstein, y en todas las invenciones de la mente humana, el fundamento es la creatividad.
Cuando el producto de este trabajo creativo se encuentra dirigido hacia la percepción del hombre a través de sus sentidos, y la sociedad encuentra en éste su reflejo de una manera parcial o total, le llamamos arte.

Al igual que la sociedad ha evolucionado a través de los siglos en sus costumbres, en su organización, sus aspiraciones e incluso en sus contradicciones, también lo ha hecho la noción de lo que es un objeto de arte. Ejemplos del cambio en la idea de lo que es arte los encontramos a lo largo de toda la historia: para los antiguos griegos, obsesionados por encontrar los principios básicos que rigen el funcionamiento de la naturaleza y la sociedad, una obra artística era aquélla que reflejaba tales inquietudes. De aquí la importancia que adquirieron obras como las esculturas que expresaban la perfección del cuerpo humano como una maravillosa obra de la naturaleza, las escenificaciones teatrales que mostraban las distintas facetas del comportamiento social o las piezas literarias que daban cuenta de las hazañas épicas de esta sociedad, es decir narraciones en las que destaca la heroicidad de ciertos personajes. En cambio, durante la Edad Media, con el predominio del pensamiento y las ideas cristianas, la sociedad medieval se reconoció en aquellas obras de contenido profundamente religioso.
Unido del concepto de arte en cuanto a producto social, los medios y técnicas que los artistas de las diversas épocas han utilizado también han ido cambiando. Esta evolución ha obedecido a diversas causas, una de ellas a la necesidad de imitar a la naturaleza. Para representarla con mayor fidelidad, se refinaron las técnicas de la pintura, y muchos grandes artistas, como Rembrandt, realizaron sus obras con pigmentos al óleo (aceite) que permiten un alto grado de detalle. En otras ocasiones, su desarrollo obedeció a la necesidad de que las obras perduraran a través del tiempo: tal fue el caso del "Temple", una técnica que utiliza yema de huevo para fijar los colores, gracias a la cual podemos ver hoy, en un estado aceptable, pinturas realizadas cientos de años atrás.

Los muralistas mexicanos Diego Rivera y José Clemente Orozco emplearon técnicas como el "fresco", que consiste en pintar utilizando un punzón y aplicando cal fresca, la cual se entinta. Por su parte, David Alfaro Siqueiros intervino en el mejoramiento de las pinturas acrílicas, porque consideró que éstas le permitían manejar volúmenes y resistían mejor la exposición a los rayos del sol, la lluvia, el polvo, el frío, el calor, etcétera.

Las técnicas del arte están influenciadas por los objetivos de expresión o comunicación del artista, pero también obedecen a los adelantos tecnológicos de cada época. Tal es el caso de la Prensa, que dio pie al desarrollo del grabado artístico desde el siglo XV, o de la Informática, que ha afectado los métodos de trabajo e influido en sus contenidos y temas, y en la que muchos artistas han encontrado nuevas formas de expresión.
Los antecedentes de la relación entre el arte y las máquinas se remontan a las condiciones sociales, filosóficas y estéticas de un periodo del arte que arranca luego de la Revolución Industrial, en un periodo de constantes búsquedas artísticas que inicia con el MODERNISMO
.

Hacia finales del siglo XIX, tanto en Europa como en América, la sociedad vivió un proceso de industrialización sin precedentes provocado por la Revolución Industrial, que se acompañó de un alud de descubrimientos científicos, conflictos laborales, transformaciones demográficas y movimientos de masas. Esta larga cadena de cambios vinieron a modificar la estructura social de aquel entonces, desencadenando una apertura sin precedentes en el horizonte de posibilidades de desarrollo de los individuos, liberándolos de formas de personalidad muy rígidas, de una moralidad que era extremadamente conservadora y de un ambiente que limitaba la imaginación. Junto a estos cambios aparecieron importantes y polémicas teorías, visiones e ideas que proporcionaron a hombres y mujeres nuevas formas de pensar, de juzgar sus vidas, de ver a su sociedad y de concebir lo que eran la justicia, la libertad y la felicidad, entre otros temas.

A principios del siglo XX se inicia una serie de búsquedas de expresión. El propio modernismo fue una reacción contra la frialdad de las máquinas y las primeras construcciones metálicas de esa sociedad en camino de industrialización, ya que se basaba en las formas de la naturaleza, como las plantas y las flores.
Posteriormente, se iniciaron nuevas corrientes artísticas que refrescaron el panorama en el cual el hombre del siglo XX habría de desenvolverse y desarrollar una personalidad propia. Ante los importantes hallazgos arqueológicos de civilizaciones antiguas que se realizaron es esta época (la china, la maya, la egipcia…), los artistas incorporaron una nueva visión que contenía elementos gráficos tomados de esas culturas, con lo que apareció el llamado ART-DÉCO
. Bajo estos conceptos con figuras pesadas, búsqueda de la simetría y síntesis de las formas, se diseñaron alhajas, fachadas, muebles, ropa...

A este movimiento le siguieron nuevas corrientes artísticas en las primeras décadas del siglo XX, como el
DADAÍSMO, el SURREALISMO y el FUTURISMO. Con estos movimientos se inició una colosal tarea dirigida hacia dos frentes: La primera de ellas era el acabar con las convenciones heredadas de las escuelas artísticas del siglo XIX, que eran más tradicionales y mesuradas (la regla era romper con las normas establecidas y utilizar nuevos conceptos y cualquiera de los medios a disposición en los campos de las artes); La segunda era el deseo de crear obras con un carácter más humano, como protesta ante una sociedad a la que muchos artistas concebían como enajenada y desgarrada por la explotación económica y la injusticia.

En las artes visuales, dos de los ejemplos más radicales de este fenómeno de cambio los encontramos en el pintor francés Marcel Duchamp (1887-1968) y en el fotógrafo y pintor estadounidense Man Ray (1890-1976). En las obras de ambos artistas podemos observar con claridad la magnitud del cambio en la concepción del arte y la experimentación sin límites que tuvo lugar luego del modernismo: la utilización de materiales de procedencia absolutamente industrial que hasta ese momento eran ajenos a la práctica de las artes visuales, como la "Rueda de Bicicleta sobre el Banco", de Duchamp; la experimentación hecha sobre medios tradicionales como la fotografía, a partir de la cual Man Ray realizó sus "Rayografías y Solarizaciones"; y la exploración de las posibilidades plásticas de los nuevos inventos y desarrollos tecnológicos, como lo es el disco long-play de Duchamp.
Fue en las primeras décadas del siglo XX cuando comenzaron a surgir algunas de las invenciones tecnológicas que a la larga darían paso a la Informática: el bulbo, la radio, los circuitos de conmutación electrónica y las máquinas calculadoras que utilizaban tarjetas perforadas. Como era de esperarse para ese entonces, estas invenciones proporcionaron a los artistas un nuevo campo de experimentación.


MODERNISMO: El llamado movimiento modernista apareció hacia finales del siglo XIX en Europa. Iniciado en Inglaterra como modern style, en Francia fue conocido como Art. Nouveau, en España como modernismo, en Alemania como jogendstil y en Italia como liberty.
El modernismo surgió como reacción al racionalismo provocado por la Revolución Industrial, en donde predominaban las estructuras de metal en forma recta; por ello, recurre a formas orgánicas. Los barandales de hierro, las columnas de piedra, los adornos en la pintura y otros motivos, imitan a las hojas de las plantas, se distingue entonces por las formas de enredaderas, ondulantes tallos y copas de flores. Pretendía dar calidad de vida a un hombre que súbitamente se vio rodeado de máquinas. Sin embargo, la elaboración de objetos cotidianos como lámparas se vio encarecida, porque el modernismo requería de mucho trabajo manual.


Art-decó:En las primeras décadas del siglo XX y ante el descubrimiento de zonas arqueológicas milenarias en Egipto, China, México y otros países, surgió el art-decó que exaltaba lo mismo los elementos artísticos de estas culturas, que el progreso de la nueva época maquinizada. Por ejemplo, los artistas del art-decó opinaban que el humo en las fábricas era símbolo del progreso.
El art-decó recibe este nombre cuando, años después, el Museo de Artes Decorativas en París realizó una exposición que inicialmente fue conocida como Artes Decorativas de 1925.
Fue entonces cuando se reconocieron los elementos que lo definen:
Líneas rectas, apenas marcadas por los ángulos rectos, sin sinuosidades.
Gusto por las disposiciones simétricas, como en las pirámides y otros vestigios arqueológicos.
Aprecio de la figura humana en proporciones pesadas, figuras robustas que denotaran firmeza.
Aparición de elementos decorativos presentes en las culturas milenarias, lo mismo zapotecas que babilónicas.
En cuanto a la temática de las obras del decó, es frecuente encontrar fábricas, chimeneas, obreros y humo como símbolo del progreso que la gente ansiaba y que, suponían, habría de resultar de los nuevos inventos, el incremento de vehículos y la automatización de los procesos de producción.



Dadaísmo: Hacia finales de la I Guerra Mundial, el dadaísmo surgió como un movimiento irrespetuoso y antidogmático (rebelde contra las ideas establecidas anteriormente). Se le conoció como dadá, porque este término significa "nada" o "cualquier cosa".
El dadá o dadaísmo, otorgaba el mismo valor estético a cualquier objeto o situación. Las obras suelen ser figuras, en collage o pintadas, que aparentemente no tienen sentido lógico, su lectura resulta ser difícil y de caótico desarrollo.
Entre los artistas de este movimiento destacan Tristan Tzara, Francis Picabia y Max Ernst. Incluso, Marcel Duchamp y Man Ray formaron parte de las filas dadaístas durante algún tiempo.

Surrealismo: Sigmund Freud (1856-1939) fue un neurólogo y psiquiatra austriaco que estudió los profundos efectos que los primeros seis años de vida tienen en la definición de la personalidad. Aseguraba que los conflictos no resueltos se encuentran en el subconsciente y que afloran generalmente en los sueños y mediante libres asociaciones.
Las ideas de Freud, conocidas como psicoanálisis, propiciaron que los artistas iniciaran una corriente conocida como surrealismo. Apollinaire, en 1917, fue el primero en emplear este término.
El antecedente directo era la creación de Giorgio de Chirico de un mundo de maniquíes inmóviles, que dejaban ver la inexpresividad de la cultura europea de ese tiempo. El movimiento, que surgió a la par en la literatura y en la pintura, se inició en Francia con André Bretón (1898-1966) quien fue su creador y promotor directo.
El surrealismo pretendía romper con la realidad aparente y penetrar en la mente humana, rompiendo con todos los cánones establecidos a partir del Renacimiento.
El pintor más representativo del primer momento es Max Ernst, con una serie de imágenes que buscan reflejar el automatismo psíquico. Marcel Duchamp (1887-1968) fue un pintor francés de gigantesca aportación a este movimiento. El fotógrafo y pintor estadounidense Man Ray (1890-1976) experimentó tanto en la pintura como en la fotografía, para brindar imágenes impactantes, de alto contenido surrealista.
En las obras de estos artistas observamos una transformación de los valores estéticos prevalecientes hasta finales del siglo XIX. Los materiales empleados eran, las más de las veces, de procedencia absolutamente industrial. Aparecieron nuevos artefactos, que hasta entonces eran ajenos a las artes visuales (la rueda de bicicleta sobre el banco de Du Champ).
Resultaba importante la experimentación de nuevos medios de comunicación artística (las "rayografias" y "solarizaciones" en las fotografías de Man Ray) y la exploración de las posibilidades plásticas de los nuevos inventos y desarrollos tecnológicos, como el disco "long play" de Du Champ.
Definitivamente, el surrealismo, uno de los movimientos más importantes del arte contemporáneo, tuvo en el controvertido pintor español Salvador Dalí (1904-1989) a uno de sus principales exponentes. Dalí expresaba, mediante objetos y situaciones fantásticas, la fragilidad del ser humano ante sus miedos, tristezas y represiones (gigantescos huesos sostenidos apenas por bastones, la pequeñez de la figura humana en un campo desolador, relojes reblandecidos en el tiempo, etc.)


Futurismo: El futurismo fue un movimiento artístico italiano surgido en 1909, por medio del cual se exaltaba el dinamismo de la modernidad y la belleza de las máquinas.
Ante el nuevo panorama de las relaciones económico-sociales, y bajo la premisa de derribar las férreas estructuras academicistas anquilosadas en el clasicismo y el romanticismo, con estos movimientos se inició una colosal tarea dirigida hacia dos frentes.
Por un lado, se incorporaba esta furiosa industrialización al ampliarse las posibilidades experimentales del horizonte creativo. La regla era romper con los lineaminentos establecidos y utilizar los nuevos conceptos y medios disponibles en los diversos campos de las artes. Al mismo tiempo, se pretendió dar un carácter humanista a las obras artísticas, ante el surgimiento de una sociedad un tanto enajenada y desmembrada, desgarrada por una insensible explotación económica y una fría indiferencia social.


Expresionismo: Nació en Alemania en contra del naturalismo y fue encabezado por Georg Tialk en 1920. Entre sus principios se señalan: la reconstrucción de la realidad, la relación de la expresión literaria con las artes plásticas y la música y la expresión de la angustia del mundo y de la vida a través de novelas y dramas donde se habla de las limitantes sociales impuestas a la libertad del hombre.



Cubismo: Nació en Francia y fue encabezado por Guilaume de Apollinari. Sus principales rasgos consisten en: la asociación de elementos imposibles de concretar, desdoblamiento del autor, disposición gráfica de las palabras, sustitución de lo sentimental con el humor y la alegría y el retrato de la realidad a través de varios enfoques.







Estridentismo: Surgió en México y nace de la mezcla de varios ismos, como aportación nacidos a la vanguardia europea. Se dio entre 1922 y 1927 y se caracterizó por la modernidad el cosmopolismo y lo urbano, así como por el inconformismo, el humor negro, el esnobismo, lo irreverente y el rechazo a todo el pasado. Su representante fue Manuel Maples Arce.


Impresionismo: Reacciona contra los excesos del realismo, concentrando su interés en el proceso mental desarrollado en el interior de un personaje cuando se enfrenta a alguna situación. Se caracteriza por: trasladar a la obra la verdadera existencia radicada en los procesos mentales, la intuición y la desvinculación de un personaje, así como el manejo de personajes cuya es denominada por las asociaciones psicológicas.


Cosmopolitismo: Surge en 1940 con la finalidad de mostrar la problemática urbana, varía ya que el paisaje cambia según la geografía y economía de cada ciudad. Es filosófico, moral y psicológico pues trabaja con la incertidumbre y tensión de los habitantes de las grandes metrópolis. Su máximo representante fue Borges.


Neorrealismo: Se relaciona con el existencialismo, exagera el problema de la angustia, ya que transforma el escritor de males irreversibles pareciendo no tener solución.
Suprerealismo: Movimiento que se apoyó en los trabajos de Freud. Consiste en la captación de la coincidencia-realidad surgida en un personaje, cuando vive un hecho que le provoca recuerdos recónditos. Su representante es Miguel Ángel Asturias.


Existencialismo: Corriente filosófica según la cual lo principal de la realidad es la existencia humana.

Experimentalismo: Se apoyó en el método científico para explicar el comportamiento de los personajes dentro de un relato.

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